jueves, 1 de noviembre de 2007

Tres Fuentes 1º Parte

Sin mayores pretensiones interesaría que en esta sección se comentasen diversos textos de los clásicos marxistas. Ha pasado mucho tiempo desde el Manifiesto Comunista, en el que hemos podido apreciar procesos históricos revolucionarios, y acciones de pueblos y/o de gobiernos que han intentado forjar su propio destino y establecer su lugar en el mundo. También se han apreciado contrarrevoluciones, guerras, golpes de estados, que pretendían en definitiva vencer esas aspiraciones y encauzar la sociedad hacia destinos en definitiva conservadores. Hace tiempo estaba justificado reconocer una tendencia histórica hacia un futuro socialista, o al menos un futuro donde el alto desarrollo capitalista, el imperialismo, sería finalmente superado por caduco frente a las modernas sociedades pujantes con regímenes políticos económico-sociales que no se asentarían exclusivamente en los beneficios obtenidos del trabajo ajeno. Estos regímenes facilitarían el acceso a la titularidad general o decisión libre no condicionada sobre los medios de producción y garantizarían una justa distribución de la riqueza. Entonces se comentaba sobre una lucha de clases a nivel mundial y dos sistemas fundamentales opuestos: el capitalismo y el socialismo.-
Con la caída de los regímenes en los países del bloque socialista desde hace más de veinte años, esa percepción histórica referida se ha derrumbado. Aunque es evidente que el capitalismo no ha solucionado la distribución justa de la renta. Tampoco ha significado un desarrollo económico y social a nivel mundial ni una mejora sustancial en todas las sociedades supuestamente incluidas en la economía global. Es posible que las diferencias entre los pueblos no sólo no fue superado sino que hasta incluso se ha ahondado más que antes. Desde varios sectores de la sociedad se intenta encontrar una explicación al actual momento en el que vivimos puesto que muchas circunstancias realmente nos desconciertan. Se pretende concluir que el materialismo histórico no es válido para explicar los procesos y el desarrollo de los acontecimientos actuales, o que las clases sociales como tales ya casi no existen. Se pretende hacernos creer que es casual que volvamos a las guerras de religión como se manifestaban en la Edad Media o que el hambre constituye tan sólo un capricho de gobernantes o consecuencia de la conducta de líderes corruptos o incompetentes; sin que tampoco sea de satisfacción recaer toda la culpa en occidente.
Sin embargo no resulta del todo convincente limitarnos a observar la realidad mundial actual sin dar explicaciones o que nos aprendamos los análisis de periodistas o de diplomáticos comprometidos o formados bajo otros valores. Tampoco seduce la idea de identificar como avanzado el analizar los hechos apenas en su conjunto, como producto exclusivo de voluntades personales o por capricho de las circunstancias. Por el contrario, puede ayudarnos a mantener una perspectiva histórica sólida si procedemos a releer diversos textos, fundamentalmente de Marx, Engels y de Lenin aunque superen el siglo de vida en las bibliotecas. No pretendemos convertirnos en expertos, pero al menos resulta gratificante conocer o reencontrarnos con estos autores, comentar sus escritos, estimular y animarnos en su lectura, en definitiva debemos acudir directamente a las fuentes.
Tres fuentes y tres partes aluden a los pilares básicos del marxismo: la filosofía clásica alemana, la economía política inglesa y el socialismo utópico francés.-
No se busca organizar ningún curso acelerado de marxismo y por ello no se pretende seguir un orden preestablecido de lectura de textos. No hay ninguna otra finalidad más allá que la de compartir el estímulo por la lectura de esos autores. Además, una vez familiarizados con estos autores, es posible que hasta tengamos la tentación de releerlos. No olvidemos que el marxismo constituye una herramienta para explicar la historia, la filosofía, la economía, la sociedad.-


REVOLUCIÓN RUSA de 1917

El 7 de noviembre de 1917 (25 de octubre de 1917 en el calendario gregoriano) se cumplen 90 años de la revolución rusa.
Es una oportunidad para releer a uno de sus protagonistas: Vladímir Ilich Ulianov, conocido por Lenin (Simbirsk, 1870 - Gorki, 1924). Evidentemente hay otros participantes que han escrito también sobre dicho período. Pero la mayoria de sus elaboraciones se han publicado posteriormente a dicho acontecimiento y dentro de otro contexto bien diferente (por ejemplo Trotski "Lecciones de octubre", setiembre de 1924, Stalin, "La Revolución de Octubre" diciembre 1924, Bujarin y su discurso en diciembre de 1924 en "Acerca de la Teoría de la Revolución Permanente", Zinoviev "El leninismo").-
Sin perjuicio de explicar el proceso y los escritos de Lenin comentándolos de forma concatenada, a la luz de la lucha de clases, y cómo se desarrollan los acontecimientos hasta que da lugar a la revolución en noviembre (25 de octubre de 1917), podemos detenernos y destacar cuatro grandes aspectos, aunque éstos casi siempre se combinan en varios de los mismos escritos:
1º.- Carácter de la revolución de febrero de 1917 que dio lugar al gobierno de Kerenski.
2º.- La razón de la revolución, su fundamento, centrado en el papel de las diversas clases sociales, en especial las concentradas en el Soviet de Diputados Obreros, Soldados y Campesinos.
3º.- Las vías de la revolución, la insurrección.
4º.- El concepto de Estado que se pretende construir con la revolución.

Se aprecia que todos estos aspectos son desarrollados por Lenin sin olvidar jamás la doctrina marxista. Lenin no es un oportunista y siempre busca fundamentar sus puntos de vista y su estrategia comentando a Marx y a Engels.-

Muchos de sus escritos sobre este período se encuentra en Lenin, "Obras Escogidas en Doce Tomos" Tomo VI (julio de 1916 - julio de 1917) Editorial Progreso. 1976.-
En este Tomo destacamos a "Las tareas del proletariado en la presente revolución" (Lenin, 4 y 5 (17 y 18) de abril de 1917, Obra citada página 252 y siguientes), conocidas como las Tesis de Abril. Igualmente encontramos otros textos de interés y a los que nos referiremos-
Una obra de singular importancia por la concentración de casi toda la teoría leninista es "El Estado y la Revolución", de julio y agosto de 1917. (Editorial Progreso 1976) y donde lógicamente define de manera fundamental el cuarto aspecto que pretendemos comentar.-
Finalmente donde se explica la teoría marxista-leninista sobre la revolución rusa, y se analiza con soltura los textos más relevantes de Lenin (incluido por ejemplo "Qué hacer?" escrito en 1901-1902) es en la Parte I de "Lenin, la revolución y América Latina" de Rodney Arismendi. Resulta didáctico y es útil tanto para estimular a leer a Lenin como para repasar la obra y los conceptos de éste si uno ya lo ha leído anteriormente.
A continuación reproduciremos algunos pasajes de los escritos de Lenin sobre la Revolución Rusa situado en esos momentos. La letra cursiva es propio de Lenin tal como se exhibe por la Editorial Progreso.


1º.- Carácter de la revolución de febrero de 1917 que dio lugar al gobierno de Kerenski;

Lenin es persistente en distinguir por un lado el carácter, el sentido o tendencia de una revolución, definido por la clase social relevante en el desarrollo económico social que experimenta con esa revolución; y por otro lado sus autores o protagonistas expresados en su participación y en medio de lucha empleado.
"El medio principal de esta transición fue la huelga de masas. La peculiaridad de la revolución rusa estriba precisamente en que, por su contenido social, fue una revolución democrática burguesa, mientras que, por su medios de lucha, fue una revolución proletaria. Fue democrática burguesa, puesto que el objetivo inmediato que se proponía, y que podía alcanzar directamente con sus propias fuerzas, era la república democrática, la jornada de 8 horas y la confiscación de los inmensos latifundios de la nobleza: medidas todas ellas que la revolución burguesa de Francia llevó casi plenamente a cabo en 1792 y 1793.
La revolución rusa fue a la vez revolución proletaria, no sólo por ser el proletariado su fuerza dirigente, la vanguardia del movimiento, sino también porque el medio específicamente proletario de lucha, la huelga, fue el medio principal para poner en movimiento a las masas y el fenómeno más característico del desarrollo, en oleadas crecientes, de los acontecimientos decisivos. (Lenin, "Informe sobre la Revolución de 1905" ) 9 y 22 de enero de 1917, en Obras Escogidas en Doce Tomos. Tomo VI julio de 196 - julio de 1917, página 170, Editorial Progreso. 1976).
En este informe Lenin destaca el despertar del movimiento campesino en la lucha no sólo económica sino también política. Además asigna importancia al período de insurrecciones militares, como el Acorazado del Príncipe Potemkin, de la Flota del Mar Negro, tomando parte en la revolución de Odesa.
Lenin compara la insurrección militar de los decembristas en 1825 y la revolución rusa de 1905. En la primera la dirección política se encontraba en manos de oficiales nobles, mientras que la tropa estaba formada por campesinos siervos, que permanecía pasiva.
Por el contrario en 1905, los oficiales estaban influenciados por un espíritu liberal burgués reformista o eran abiertamente contrarrevolucionarios. Los obreros y campesinos fueron el alma de la insurrección. (Lenin, "Informe sobre la Revolución de 1905") 9 y 22 de enero de 1917, en Obras Escogidas en Doce Tomos. Tomo VI julio de 1916 - julio de 1917, página 177, Editorial Progreso. 1976).
Para Lenin lo que faltó al movimiento revolucionario de 1905 fue "firmeza y resolución en las masas, que adolecían de un exceso de confianza" y además "faltó la organización de los obreros revolucionarios socialdemócratas que se hallaban bajo las armas; no supieron tomar la dirección en sus manos, ponerse a la cabeza del ejército revolucionario y pasar a la ofensiva contra el poder gubernamental" (página 177 obra citada).-


Pedro del Pino. 1º de Noviembre 2007

No hay comentarios: